Últimamente ha llegado a mis
oídos una alternativa que considero adecuada para aquellos a los que la
voluntad no nos alcanza y nos cuesta un poco más hacer cambios drásticos de
buen grado.
Muchos de nosotros queremos ser
más nobles con el planeta y considero que uno de los caminos más sencillos es
dejar el consumismo. En este caso el consumo excesivo de alimentos de origen
animal pues entiendo que generan mayor impacto que el cultivo de vegetales.
Aquí me convierto en la representante de los huesos duros de roer pues he
intentado cambiar mis hábitos alimenticios más de una vez pero siempre caigo en
la tentación de la carne. Es por ello que ahora los que tienen más camino
recorrido en este sendero de la sustentabilidad nos proponen empezar de a
poquito, volviéndonos vegetarianos de fin de semana.
Primero creo que, para tener un
empujoncito extra de voluntad, debemos ser claros con los beneficios que trae a
nosotros y a la madre tierra la reducción de ingesta de "alimentos con
ojos", como dice una buena amiga.
En un artículo de Romina
Bevilacqua y del escritor George Monbiot, nos menciona que no debe ser buena la
comida que es escondida tras granjas que se dedican a engordar y a invadir de
antibióticos al ganado cuatro veces más
rápido que hace 50 años y que dista mucho de las de los libros de cuentos que
leemos a los niños.
Finalmente hacen una
invitación bastante elocuente: "Todas las escuelas deberían llevar a sus
alumnos a visitar una granja de cerdos o pollos, y a un matadero (...) ¿Te
escandaliza esta sugerencia? Si es así, pregúntate a ti mismo contra qué estás
objetando: ¿contra la elección informada o contra lo que revela? Si no podemos
soportar ver qué es lo que estamos comiendo, no es la parte de ver la
incorrecta sino la parte de comer"
En la página www.ecoosfera.com, encontré alternativas de sentido común para ser vegetariano, aunque no dice nada de hacerlo poco a poquito, las considero indispensable información y comparto las que más me llamaron la atención. La más "leve" habla de que es
más sencillo tener una huerta en el patio de tu casa a tener un criadero de
vacas y cerdos o un matadero; la que más me impactó es la que hace referencia a
todos los químicos que lleva la carne de hoy en día, desde bombas de
antibióticos, hormonas y conservativos, hasta algo llamado cosméticos de la
carne que nos hace verla como fresca, con un rico aroma y con un antojable
color rojizo que en realidad son "pegamento de carne", "baba
rosa", monóxido de carbono y amoniaco. (Sí, ese mismo gesto de horror se
dibujó en mi cara); y la sustentabilidad del planeta, viéndola desde el lado
que nos estamos acabando el lugar donde nuestros hijos van a vivir:
"Actualmente existen
billones de animales de pastoreo que producen cantidades enormes de gases
contaminantes, entre ellos el metano y dos tercios del amoniaco del planeta
provienen de vacas. Se cree que el calentamiento global de la era jurásica fue acelerado por el gas
metano producido por los dinosaurios por ejemplo. Un animal de pastoreo
contamina mientras que las plantas crean oxígeno. ¿Cuál es más sustentable
entonces?"
Otra alternativa es la que
propone Graham Hill, un representante del estilo de vida sustentable, que
invita, a través de unas de las conferencias más populares en EUA, TED Talks, a
ser vegetariano de lunes a viernes y decidir si se come carne el fin de semana
. “si todos nosotros, comiéramos la mitad de carne, sería como si la mitad de
nosotros fuéramos vegetarianos”. Te dejo el link del video subtitulado aquí
abajo:
Aunque parece haber quedado bien
claro el hecho de que comer menos carne o ser vegetarianos algunos días a la
semana es benéfico para el organismo y para el planeta, existen controversias
sobre este estilo de vida. la principal es sobre la salud. Diferentes ex vegetarianos dicen que han dejado ese estilo de vida porque estaban sintiendo bajar sus energías y sus defensas por la falta de hierro y demás nutrientes que, según ellos, se consiguen más rápido en la carne.Otro de los problemas en los que coinciden mucho los exvegetarianos, es la falta de opciones de comida para ellos, desde pocos alimentos, hasta escasos lugares de servicio de comida como restaurantes y supermercados que te brinden comida a buen precio y a distancias razonables de tu centro de estudio y de trabajo.
En fin, a mi parecer la segunda postura no es tan fuerte como la primera, si bien es cierto que con la salud no se juega y el llevar un estilo de vida vegetariana nos hace invertir más tiempo y esfuerzo en lo que podemos y no consumir, considero que es un esfuerzo de arranque y que vale cien por ciento el trabajo.
¿Tú qué decides?
Ili Garcés.